Se lo imagina

Te colgás de las paredes y ves colores amarillentos de antes. Te descolgás y caés duro contra el piso de mar. Pero no duele porque flotás gracias a mil brazos largos que te sostienen más allá de donde te alcanza la mirada. Todo el horizonte se levanta para hamacarte, y los polos se hacen sogas que van desde el renacimiento hasta el armagedón.
Se construye un tiempo quieto en su cabeza, mirándote a vos y dejándose llevar por ese duende que lo incita a emanciparse de los otros. Con dagas en las manos dibuja el paraíso sobre la arena que hay en la isla de tu alma. Más grande y profunda que cualquier tierra antes vista. De los oídos de un volcán cuadrado explotan hacia la vida infinitas aves de colores desconocidos e invisibles. Sus alas de cerámica embisten contra tu cara, bañándote en una lluvia de luces y sombras que te hacen llorar.
Imposible.
Imposible.
Pero te lo imaginás.
Solo soy un soñador.
Pero no soy uno.