23 octubre 2011

A los enamorados.

O, a quién le quepa el sayo que se lo ponga ^_^



Cuando yo quería la rutina,
vos decías quiero aire, necesito libertad.
Cuando vos querías la rutina,
yo decía quiero aire, necesito libertad.

Lo que nunca compartimos...
Las vidas que no vivimos juntos...
Las miradas que esquivamos...
Las mentiras que dañaron...
Nada nos importará...
Nada nos importará...

Nada nos importará si es amor.

22 octubre 2011

Seguro, tengo una duda.

Primero un fragmento del Diccionario del Diablo, de Ambrose Bierce. Significado del término seguro.
Luego un pensamiento que me generó el texto.


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Seguro, s. Ingenioso juego de azar que permite al jugador la confortable convicción de que está derrotando al que tiene la banca.


AGENTE DE SEGUROS. -Mi estimado señor, esa es una bella casa. Permítame que la asegure.

PROPIETARIO DE LA CASA. -Con placer. Pero le ruego fijar una prima anual tan baja que, llegado el momento en que, según las tablas de su asesor, será probablemente destruida por el fuego, ya le haya pagado mucho menos del valor de la póliza.

AGENTE. -¡Oh, no! No podemos permitirnos eso. Debemos fijar la prima de modo que usted haya pagado más.

PROPIETARIO. -Eso es lo que "yo" no puedo permitirme.

AGENTE. -Pero observe que su casa puede quemarse en cualquier momento. Ahí tiene la casa de Smith, por ejemplo, que...

PROPIETARIO. -Ahórreme eso. Yo podría citarle, en cambio, la casa de Jones, y la de Robinson, que...

AGENTE. - ¡Ahórreme "usted" eso!

PROPIETARIO. -Razonemos. Usted pretende que yo le pague dinero sobre la hipótesis de que algo ocurrirá antes del momento en que usted mismo calcula que ocurrirá. En otras palabras, usted me pide que apueste a que mi casa no durará tanto como probablemente durará según usted.

AGENTE. -Pero si su casa se quema sin seguro, será una pérdida total.

PROPIETARIO. -Perdón. Según las tablas de su consejero lo probable es que cuando se queme yo ya haya ahorrado, en concepto de primas que no le pago, una suma mayor que el valor de la póliza. Pero supongamos que se queme, sin seguro, antes de lo que ustedes prevén. Yo no puedo soportar esa pérdida. ¿Pero cómo la soportarán ustedes en caso de que esté asegurada?

AGENTE. -Ah, nos desquitamos a través de transacciones más afortunadas con otros clientes. Virtualmente, son ellos los que pagan su pérdida.

PROPIETARIO. -E implícitamente, entonces, soy yo el que contribuye a pagar las pérdidas de ellos. ¿Acaso las casas de los demás no se pueden quemar antes de que las primas cubran el valor de la póliza? La cosa es así: ¿ustedes pretenden sacar de sus clientes más dinero del que les pagan, verdad?

AGENTE. -Por supuesto. Si no fuera así...

PROPIETARIO. -...yo no les entregaría mi dinero. Bien, pero si resulta "indudable" que la clientela global pierde dinero, también es "probable" que un cliente individual lo pierda. Son esas probabilidades individuales las que hacen la convicción del conjunto.

AGENTE. -No lo negaré, pero advierta las cifras de este folle...

PROPIETARIO. -¡Dios no permita!

AGENTE. -Usted habló de ahorrar las primas que debería pagarme. ¿Pero no es más probable que las derroche? Nosotros le ofrecemos un aliciente al ahorro.

PROPIETARIO. -La disposición de A para hacerse cargo del dinero de B no es exclusiva de los seguros, pero ustedes, como establecimiento compasivo, merecen estima. Dígnese aceptar ese reconocimiento de un Meritorio Objeto.
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Me gustaría que se queden con ese último dato. "La disposición de A para hacerse cargo del dinero de B no es exclusiva de los seguros". Yo me pregunto, ¿no sería lógico que el Estado provea de un seguro universal y público? Claro que no con el objetivo de generar lucro. Sino con el fin de proteger los bienes de los ciudadanos frente a las vicisitudes del tiempo, el clima, los accidentes, etcétera.

Aunque si lo piensan, ya existe algo similar. Cuando sucede una catástrofe que destruye viviendas de un pueblo entero, o cosas por el estilo, el Estado tiende una mano caritativa a los damnificados. A veces más, a veces menos. A veces bien, otras muchas no tanto.

Que el Estado se encargue de brindar un seguro universal y público podría ser una alternativa a la anti natural posición de apostar en contra de los propios bienes. No sabía decir bien cómo, pero eso sería lo que cabría esperarse del Estado. Porque se espera que este cumpla un rol activo en la mejora de la calidad de vida de las personas. Lo mismo que la salud que, tanto para las personas como para el Estado, proveedor de los servicios de salud, siempre conviene que sea buena. Pienso que sería interesante trasladar esa forma de pensar para los seguros de bienes. Inmuebles y otros...

...como los vehículos. Este es un caso interesante. Un seguro estatal sobre inmuebles parece ser más viable, ya que se podría financiar mediante modificaciones de impuestos ya existentes, y con adicionales opcionales. Pero el seguro automotor es tal vez el más necesitado, siendo que es el mismísimo Estado quien lo exige a la hora de utilizar un vehículo.

En este marco, el Estado está obligando a los ciudadanos que quieran tener un auto o una moto a ser clientes de alguna empresa que, como cabe esperarse, tiene fines de lucro. Yo no estoy diciendo que deban prohibirse estas empresas. Simplemente digo que si el Estado exige algo, debe dar facilidades para acceder a dicho servicio, sin dejar que este esté a merced de intereses privados.

Es simplemente un pensamiento. No tengo la información necesaria, realmente, como para dar una opinión completa, formada. Tal vez haya algo así actualmente y yo ni enterado que existe =P

Si no, sería lógico y bueno que el Estado implemente un Seguro Universal y Público de Bienes. Uno que apueste a que los bienes de los ciudadanos duren.

04 octubre 2011

Se hace difícil seguir anclado aquí.







Instantáneas de la calle.
Veo una separación, un choque
un estallido, una universidad.

Viven haciendo las pases.
Hay un chico que se escapa
un toro, una señora, un cielo, un capitán.

Y yo sigo con vos.
Sabés,
se hace difícil seguir anclado
aquí sin tu amor.